Esto se cuenta y no se cree. Arturo Cubillas, sindicado de estar implicado en actos terroristas como miembro de ETA, por el Juez de la Audiencia Nacional de España Eloy Velasco, se presentó hoy en la oficinas de la fiscalía de Venezuela, a pedir se le investigue. La solicitud de Cubillas puede verse en El Nacional, y en Noticias24. Es básicamente un refrito de las insultantes declaraciones del embajador de Chavez en España, quien sugirió que los dos etarras detenidos recientemente, y que declararon haber recibido entrenamiento en campos terroristas en Venezuela, lo hicieron bajo tortura. Uno de los números de cédula que Cubillas utiliza en su escrito legal a la fiscalía es falso y no se corresponde con el suyo. Como puede observarse en las imágenes, los numeros de cedula utilizados por Cubillas simplemente no coinciden.
Nótese numero de cédula: V-22.646.822 |
Pero lo mas repulsivo del caso no es que el etarra Cubillas incluya información falsa en su solicitud a la fiscalía chavista, ni que exprese que su dizque dignidad ha sido mancillada, si no el hecho de que Marino Alvarado, abogado defensor de los derechos humanos y dirigente de PROVEA, haya tenido la desfachatez de afirmar que él esta 100% convencido de la inocencia de Cubillas. Es decir antes de que jueces competentes establezcan responsabilidades, ya el Sr. Alvarado esta convencido de que Cubillas es un santo. En la misma entrevista, Alvarado, al parecer ahora abogado defensor de Cubillas, dice saber qué ha hecho el etarra desde que llegó a Venezuela en 1988, aun cuando afirma desconocer el cargo que ocupa Cubillas en el Ministerio de Agricultura y Tierras de la administración de Hugo Chavez. En qué quedamos entonces?
Nótese numero de cédula: V-22.646.830 |
Desde luego que esta farsa es una burla, una broma de pésimo gusto, y un insulto a las víctimas del terrorismo. El que ningún periodista de los medios citados se haya dado cuenta, hasta el momento de escribir estas lineas, de la discrepancia en los números de cédula identidad utilizados no es tan grave, como las afirmaciones de un abogado de derechos humanos devenido en una suerte de juez de conciencia y acción de un individuo involucrado en la comisión de delitos de terrorismo.
V-22.646.822 |
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