El domingo pasado, el residente de Miraflores profirió una de esas frases que quedan para la historia. No se le ocurrió nada mejor que ordenarle a los venezolanos, ya que el no pide nada por favor, que se prepararan para la guerra. Yo, que estoy bien lejos del teatro de operaciones, pensé “a este tipo se le volaron los tapones”.
Pero vino el lunes, y los medios de comunicación citaron la perla de Chavez, a nivel mundial. Este otro ejemplo de incontinencia verbal, es la razón por la cual no hay cantidad de dinero, ni de talento, suficiente en el mundo como para manipular, o cambiar, la percepción generalizada de la opinión publica mundial sobre el teniente coronel. Es decir, sus apólogos podrán argüir lo que se les ocurra, lo cual produce una reacción aun mas negativa en la gente pensante, por cuanto quien haya escuchado a un Chavez enardecido, ante las masas portables, enunciar “prepárense para la guerra!”, para luego leer, o escuchar, a una Eva Golinger cualquiera decir “el presidente Chavez nunca ha dicho tal cosa, lo que sucede es que la revolución bolivariana es objeto de ataques constantes por parte de los sectores de la oligarquía mundial, que quieren apoderarse de nuestras riquezas minerales, y someter al pueblo al yugo opres...”, a la única conclusión a la que se puede arribar es: Chavez es un megalómano galopante, y sus apólogos creen que la población mundial esta compuesta por sordos, imbéciles, en suma, gente que no puede pensar e interpretar por si misma. Doble strike para la revolución.
Pero vino el martes, y me cuentan que a los empleados públicos en Venezuela los hicieron firmar una planilla, la cual los obliga a acudir al llamado a la guerra, cuando este suceda. La guerra, me cuentan, esta representada por “ataques a la soberanía, instituciones e instalaciones” de Venezuela. Esto significa, para quien escribe, que en el momento que al presidente, en su suprema e infalible discrecionalidad, se le ocurra definir cualquier acto, para él anormal, como un “ataque a la soberanía, instituciones e instalaciones”, dianas sonaran en todos los ministerios, notarias, oficinas publicas, escuelas y universidades bolivarianas, etc. Quieran los babalaos que no se atreviesen taxistas en la autopista regional del centro esta vez, para que los batallones de empleados públicos del ejercito liberador puedan llegar raudos a la frontera.
En el interim, Uribe sigue jugando con Chavez, cual marionetista. A mas diarrea verbal presidencial, mas inobjetable el argumento de que Chavez, es un desequilibrado, que lo que necesita es ayuda psiquiátrica. Ya no le basta con apoyar financiera y logísticamente a la narco guerrilla, en su cruzada terrorista en contra del estado colombiano. Ahora, ademas, quiere poner carne de cañon venezolana en la parrilla.
¿Se ira Mambrú a la guerra, o se quedara escondido debajo de algún escritorio, como cuando “dirigió” el golpe desde el Museo Militar? ¿Lo seguirán las tropas de chavistas en su cruzada? Yo lo que creo es que el discurso de Chavez lo que esta logrando es la unión de los venezolanos, en la absoluta convicción de que estamos próximos al llegadero, y el residente de Miraflores lo que está es loco.