¿Molesta por el espionaje de la NSA, señora Merkel? ¿Y qué de Bundesdruckerei y RaFa Núñez?
Innumerables palabras se han escrito en los últimos días sobre la reacción de Angela Merkel a la noticia de que el gobierno de EE.UU. intervino su teléfono, y que incluso el presidente Obama lo sabía desde 2010 y que aún así no hizo nada para “poner fin a la operación” de la NSA. En esta era post-Wikileaks y Snowden en que vivimos, aquella baza que tanto usan los políticos –la hipocresía- ya no funciona como antes. Porque la “indignación” de Merkel es sólo eso: una absoluta hipocresía.