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Recordarán, estimados lectores, que el ex embajador de EEUU en Venezuela y ex Secretario de Asuntos Hemisféricos de los EEUU, Otto Reich, demandó a finales de julio de 2013 a los bolichicos Alejandro Betancourt y Pedro Trebbau, directivos de la empresa de maletín Derwick Associates, y a Francisco D'Agostino, por corrupción, pago de sobornos, asociación ilícita, y otras violaciones a leyes norteamericanas.
En días pasados comente sobre el nuevo método que el hacker RaFa Nuñez (el de @entornoseguro, el de Clean Perception, el que se la pasa "dando conferencias" y "aconsejando" a boliburgueses y demás hampones en Venezuela) de limpiarle la reputación en internet a sus clientes. Uno de los más notorios es Ramiro Helmeyer. Se acuerdan de él?
Innumerables palabras se han escrito en los últimos días sobre la reacción de Angela Merkel a la noticia de que el gobierno de EE.UU. intervino su teléfono, y que incluso el presidente Obama lo sabía desde 2010 y que aún así no hizo nada para “poner fin a la operación” de la NSA. En esta era post-Wikileaks y Snowden en que vivimos, aquella baza que tanto usan los políticos –la hipocresía- ya no funciona como antes. Porque la “indignación” de Merkel es sólo eso: una absoluta hipocresía.